EXTRANJEROS EN PANAMÁ: COVID Y LA POBREZA

Las consecuencias del COVID-19 han sido graves para la ola migratoria a nivel mundial. Los extranjeros han estado expuestos al riesgo, sin alimentos, oportunidades y sin dinero para retornar a sus países. Los que se han quedado sobreviven entre penurias, sin empleos y en condiciones vulnerables.

El Movimiento Arena Panamá que atiende casos de migrantes y extranjeros residentes, recibe entre 20 a 30 personas diarias de diferentes nacionalidades que solicitan ayuda entre centroamericanos y suramericanos, en especial para niños panameños de padres y madres extranjeros en edad de lactancia.

Rafael Rodríguez quien dirige esta oficina localizada en el corregimiento de Calidonia, sector de Perejil, indica que la situación es delicada para los extranjeros residentes en Panamá. El principal problema es la afectación económica de los hogares y los contagios de Covid-19. Aunque no determinó si el estatus de quien se acerca a la organización se encuentra legal o ilegal en el país, todo apunta a que los reclamos de alimentos que brinda el Estado no se hacen de forma directa a las autoridades.

"Los de poco tiempo han tenido que retirarse del país", señala Rodríguez al referirse a los que han estado en Panamá por corta estancia y no pudieron lograr el sueño de encontrar al país en ascendencia financiera y números envidiables en Latinoamérica, que hoy sufre la peor crisis de su historia como muchos países que ya no ofrecen las mayores oportunidades laborales. Las condiciones que los obligaron a replegarse fueron la falta de empleo que no les permitía seguir en sus hogares.

Los extranjeros que se presentan a ARENA provienen de sectores como Juan Díaz, San Miguelito, La Chorrera, Tocumen y Colón, el común denominador es la falta de entrega de bonos de alimentos que les ayude a subsistir en un mes.

"Le han negado la ayuda a estos niños panameños de madres extranjeras", puntualiza Rodríguez, quien se ha visto obligado a hacer compras de alimentos para estos niños o remitir a sus madres al Ministerio de Desarrollo Social.

Foto Ilustrativa. Freepik.com

Muchos de los afectados se abstienen de reclamar y no lo hacen bajo el paraguas del miedo y someterse ante las autoridades para que no tomen represalias en su contra, sostiene el presidente del Movimiento Arena Panamá.

El análisis del Impacto del COVID-19 en Panamá elaborado por el PNUD y las Naciones Unidos en el 2020, sostiene que "la agudización de la tasa de desempleo marca un importante desafío en el ámbito alimentario. La falta de recursos económicos para cubrir necesidades básicas como la alimentación incrementa la inseguridad alimentaria. Por otra parte, se debe considerar que la menor capacidad adquisitiva limita la calidad de los alimentos, incrementándose el consumo de cereales refinados, azúcares y comidas más baratas, pero menos saludables. "

En el país existen aún 400,000 personas que no logran cubrir sus demandas alimentarias.

Otro de los factores que ha incidido son los cambios de residencias, familias hacinadas en los hogares y grupos de personas extranjeras viviendo en apartamentos de alquiler a menores costos.

Rodríguez enfatizó en que en algunos casos y quejas para la obtención del bono solidario digital, las autoridades en los corregimientos han sido selectivos con los extranjeros residentes en Panamá.

"Los migrantes están muy expuestos a los impactos de la pandemia sobre la salud, por su trabajo en la primera línea durante la pandemia, pero también a vulnerabilidades relacionadas con, por ejemplo, las condiciones de vivienda y la pobreza", sostiene la OCDE frente al panorama migratorio en medio del COVID-19.

*Ilustración de portada de Freepik.com

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