IGUA, LA MUJER GUNA Y EL AMOR POR LA MOLA

Grisel Bethancourt
21 mar 2021
4 Min. de lectura

En lengua guna Igua o Iguadingiligua es "hermana del viento", nuestra protagonista es llamada así en lengua guna desde su pubertad. Ivette Rogers, Igua, es mujer, hija, madre biológica, madre de crianza, profesional y artesana. Forma parte de la realidad de su pueblo originario, donde el 4.5% de las mujeres posee un título de la universidad, según el Informe 2019, "Clara González, sobre la Situación de la Mujer en Panamá".

Cuando vemos sus redes, las fotografías y su nombre destellan los colores vivos, los que captan, cautivan y deleitan nuestra mirada. Amarillos, naranjas, rojos, verdes, azules, blancos, negros, son las geometrías, laberintos, mar, flora y fauna que se enmarcan dentro del contexto de la mola, con diseños abstractos y realistas. Arte puro y genuino de nuestros hermanos originarios gunas.

Las laboriosas manos de Ivette Rogers enmarcan ese arte panameño textil, que es tan cotizado en América y Europa. Ella le da valor a estos diseños ahora en mascarillas elaboradas de forma reversible para su uso. La transformación de sus talleres para resaltar la cultura de la mola que ha brindado a panameños y extranjeros, tuvo que acomodarse a la nueva realidad desde hace un año y ser quizás el único sustento para su familia.

Ivette estudió diseño gráfico tras ganarse una beca en Arkansas, Estados Unidos, allí estudió junto a panameños y centroamericanos, donde puso en marcha su talento también como dibujante. Egresada del Instituto de Enseñanza Superior con el segundo puesto de honor, ganó dos becas, al inicio se inspiró por la la medicina pero tomó la difícil decisión de seguir lo que en realidad quería, el diseño y la cultura.

Quizás muchos la recuerden como una de las guías del Museo de la Biodiversidad, donde atendió a cientos de personas y llevó a cabo charlas sobre la biodiversidad de su cultura guna.

Clasificó de entre un sinnúmero de especialistas en temas científicos y que tenían que ver con la biodiversidad. Ella con su talento, logró cautivar a sus entrevistadores en un perfecto inglés, al hablar sobre la diversidad de su cultura guna.

Desde el 2014 fue guía del Museo de la Biodiversidad en la Calzada de Amador.

Pero cuando todo iba en ascenso, una jugada le dio el destino; ella iba a formar parte del equipo del Museo de la Mola, ubicado en el Casco Viejo de la capital, pero la pandemia paró por un momento sus sueños. Hace una semana la consideraron para dictar un taller cultural acerca del valor de este arte, donde hubo participantes virtuales tanto locales como en Europa, por ejemplo desde Suiza.

Dictó un programa virtual para destacar la cultura de la mola.

Es una mujer dedicada, pero otro devastador momento llegó; el luto también tocó su puerta a inicios de este año. Uno de sus inspiradores, su padre, el profesor y matemático Kennedy Rogers se adelantó, falleció y con ello, quedó al frente de su familia, al cuidado absoluto de su madre y tres hijos de crianza menores de edad. La mola es su sostén económico, pero la pandemia arreció y las limitaciones son extremas en el hogar de esta artesana panameña.

El mes de la Mujer, hace destacar en este Blog, las fortalezas de aquellas emprendedoras que con su talento siguen batallando para lograr sus metas. Ella creó la marca IguaMolas, la cual promueve a nivel nacional e internacional.

A esta mujer panameña, guna, los cambios culturales la ha llevado a una generación de su familia, de grandes profesionales en distintas ramas como lo cuenta Ivette. En su familia hay mujeres laboratoristas, farmaceuta, empresarias, una gama de talento que apostó a la educación brindada por sus padres.

"En estos tiempos hay bastantes oportunidades para la mujer, no como antes, por ejemplo, solo tenían que estar dedicadas en la casa", contó Ivette.

La apertura cultural luego de la revolución, estuvo en la educación, la creación de centros escolares. "Mi padre fue educador, creía en la educación, yo nací en la ciudad y comenzamos a estudiar". Su familia es oriunda de Wichub Huala, sector Cartí.

Ivette nos recalca la importancia de dar clases en lengua materna para las nuevas generaciones, donde hay que mantener la cultura.

Al llegar a un tema álgido, sobre la marginación y discriminación por ser panameños oriundos de las comarcas guna, la acepta. ¿Todavía hay discriminación? "Sí lastimosamente, lo he sentido no solo en el trabajo, si no también como persona, donde de repente alguien va pasando y te miran mal".

"No se por qué todavía estamos en esa parte discriminatoria, la verdad", Ivette Rogers.

Al describir a la mujer y poner en sus palabras lo que significa este momento, respondió: "No hay límites para nosotras, podemos lograr mucho, somos infinitas, no solo para ser mamás a veces, estamos con los niños y tenemos nuestras casas ordenadas y queremos brillar. Seguir adelante trabajando duro y con la fe puesta en Dios".

"Nosotras podemos dar ejemplo de enseñar la biodiversidad a nuestras hijas, cuidar nuestra madre tierra", finalizó.

Actualmente Ivette Rogers está desempleada y ofrece sus productos en sus redes sociales promoviendo la cultura guna.