MUJERES PANAMEÑAS AFECTADAS POR EL DESEMPLEO
- Grisel Bethancourt
- 24 ene 2021
- 6 Min. de lectura

Foto Ilustrativa/Freepik
Las brechas entre hombres y mujeres en el tema laboral son históricas. Son las mujeres consideradas durante el 2020 como las perdedoras y afectadas por la pandemia, ellas han sido relegadas al hogar. Hasta diciembre del año pasado solo el 38% de las mujeres les fueron reactivados sus empleos, a los hombres se les beneficio con un 68%. Esto podría tener una lógica, la industria de la construcción habría reactivado sus operaciones poco a poco, donde hay una gran fuerza laboral masculina.
Sin embargo, no hay estadísticas concretas en el MITRADEL que sean públicas, ni se ha determinado en las estadísticas de la Contraloría General de la República aún sobre la afectación laboral de la mujer producto de la pandemia en el 2020. Este artículo pone en perspectiva una investigación de datos en medios digitales panameños y extranjeros y estudios internacionales que abordan el tema de género en materia laboral.
“Me botaron”
Es la frase quizás más pronunciada del 2020 o te identificas con ella. Estela (nombre con el que identificaremos a la entrevistada, quien pidió reserva de su identidad) fue despedida de un almacén en Panamá Oeste durante la pandemia a finales del mes de noviembre. “Me botaron”. Estela, soltera que ya pasa los 50 años, entró en la informalidad y comenzó a emprender a través de sus redes en Instagram, vendiendo productos para el día de la madre y navidad.
Actualmente Estela sigue sin trabajo, debe las letras de su auto y lo poco que recibe es para alimentación y gasolina. Con lágrimas dijo no saber qué hacer, tras el esfuerzo que hizo en su antiguo trabajo sin ser reconocido. Su despido fue verbal, la relación laboral era por servicios profesionales y le dieron su último salario más sus prestaciones.

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Rebeca Yanis Orobio, presidenta de la Federación de Asociaciones de Profesionales de Panamá (FEDAP) y socióloga estima que “las mujeres en el ámbito laboral en Panamá como en el mundo entero, hemos sido las más afectadas con esta pandemia. Si bien ya veníamos con una desigualdad e iniquidad en el ámbito laboral no solamente en el tema salarial, con las jornadas de trabajo, con los beneficios adquiridos más allá de los formales, también en el acceso de los puestos de toma de decisiones en el ámbito privado en el público también”.
“Teníamos un gran número de mujeres, trabajadoras por cuenta propia, hoy realmente en franca crisis. Las que están en el ámbito privado que tienen contrato suspendido, en proporción estamos en un 70% más que los hombres, que les fueron suspendidos sus contratos”, Rebeca Yanis Orobio.
Actualmente se han reactivado mayormente los hombres y en jornadas muy especiales con jornadas reducidas, salarios reducidos más que las mujeres, por tanto estamos más afectadas por donde lo mires, estableció la presidenta de FEDAP.
Los números de desempleo no son halagadores para Panamá con un 18% de desempleo en el país, mientras que en Colombia las mujeres no escapan a la misma realidad, señala que por cada hombre que perdió el empleo, 1.7 de mujeres lo perdieron, y por cada hombre que entró al desempleo, 1,5 mujeres lo hicieron. La inactividad en cifras en el país vecino indica que aumentó en las mujeres más que los hombres con una relación de 2 a 1, informó la revista Semana.
Al otro lado de la frontera, en Costa Rica la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos de ese país, estableció que la tasa de desempleo es de 21,3% con más de 516 mil personas sin trabajo, las mujeres en proporción tienen el 28.1% de desempleo y los hombres el 16.6%, confirmó el portal ADiarioCR.Com que tituló: “Tasa de desempleo en Costa Rica es mayor en las mujeres”.
Este es el caso de Elida al igual que mujeres costarricenses y colombianas fueron despedidas en el 2020, en el caso de la panameña en vísperas de navidad cuando laboraba en una empresa de productos agrícolas, la que tiene nuevos dueños de origen extranjero. Sus dineros producto de los 6 años de servicios y derechos adquiridos los invirtió en mercancía al detal, inversión que ahora está poco a poco dando una pequeña estabilidad en el hogar.
La economía golpeada frente a decisiones gubernamentales para frenar la ola de contagios, ha tenido que sortear la suspensión de contratos o reactivación en fases progresivas. La Estrella de Panamá publicó que hasta la fecha del pasado 4 de diciembre la reactivación fue de “100,013 contratos, de los cerca de 280 mil que fueron suspendidos por la pandemia. Del total de trabajadores reactivados (100,013), el 62% son hombres y 38% mujeres”.

Hay absoluta indefensión en las mujeres y el Estado no ha podido solventar esta situación financiera en Panamá, sostiene. Rebeca Yanis Orobio.
Desigualdad e iniquidad
Samuel Rivera, ex secretario general del Ministerio de Trabajo y abogado en materia laboral entrevistado para este artículo, dijo que antes de la pandemia las políticas públicas ya establecidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) profundizaron en la incorporación de la mujer al empleo productivo en el sector privado y público.

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Actualmente advierte que no hay una política pública en esta materia y que sigue existiendo una desigualdad e iniquidad social frente al tema de la mujer.
Hay que reconocer que en los últimos 10 y 15 años se han ido recortando los porcentajes entre hombres y mujeres en conseguir empleo, esto ha ocurrido porque las mujeres han entrado en participar en actividades que han estado monopolizadas por hombres, por ejemplo: en las actividades de minas, las mujeres han entrado muy fuerte; en la construcción, en otras del comercio y el sector bancario, puntualizó Rivera.

En el caso de la pandemia la situación se agrava para la mujer y el hombre, pero perjudica el impacto a la mujer y es mucho más fuerte que en el caso de los hombres, dijo el ex funcionario del Ministerio de Trabajo. Aunque no deja de ser positivo, piensa que la situación que enfrenta el país se va a revertir próximamente debido a la formación profesional de la mujer.
Recordó que dejaron como ministerio en el pasado quinquenio, andando en el INADEH, Ciudad del Saber y la USMA un proyecto concerniente a un Centro de Prospectiva para establecer a dónde va el empleo en los próximos 3, 5 y 10 años, a dónde va el empleo juvenil, el empleo de las mujeres, de los hombres y cuáles son las ocupaciones u oficios que más se van a estar desarrollando. El mismo pretendía establecer qué necesita el país para desarrollar los diferentes sectores. Rivera también apuesta por un Instituto Técnico Superior que atienda a Chiriquí y Bocas del Toro, otro que atienda Azuero y Veraguas y que se puedan desarrollar carreras técnicas.
“Hay que tener políticas públicas dirigidas a los tres sectores afectados en la pandemia, contar con el Centro de Prospectiva y en qué ámbito puede desarrollarse la mujer laboralmente hablando”, Samuel Rivera.
Actualmente existe un estudio para el Trabajo Decente e Igualdad de Género que orienta a establecer las Políticas para mejorar el acceso y la calidad del empleo de las mujeres en América Latina y el Caribe.
Según el estudio, los Estados que han ratificado los principales Convenios contra la discriminación, deberían revisar y adecuar la legislación nacional a estos para que sea más efectiva, con el objetivo de permitir que las mujeres compitan en condiciones de mayor justicia en el mercado de trabajo. Además de la creación de nuevas leyes para fortalecer la igualdad de oportunidades y el principio de no discriminación.
Abogan por un seguro de desempleo. El mismo constaría de las alternativas eficaces para sostener ese duro paso a la desocupación. Un sistema de protección eficaz para enfrentar la contingencia del desempleo se sustenta, fundamentalmente, en su capacidad de proporcionar recursos monetarios a quienes enfrentan la pérdida de su fuente laboral, así como apoyar la búsqueda de empleo y la reinserción productiva en los mercados de trabajo. Pocos países tienen seguro de desempleo en América Latina, y estos presentan baja integración con otros programas y reducida cobertura, lo que se explica por la alta informalidad y las dificultades para reunir condiciones de elegibilidad. La informalidad opera como un obstáculo para su funcionamiento puesto que, por su naturaleza contributiva, sólo permite incorporar a los trabajadores formales.
La ministra de Trabajo, Doris Zapata ante los medios en el 2020, reveló que la reactivación hasta el mes de noviembre era solo del 38% de la cantidad de contratos suspendidos. Panamá se encuentra actualmente en una fase de cuarentena y con la suspensión de empleos hasta nueva orden gubernamental.
Actualmente se ha profundizado la brecha entre hombres y mujeres y para las mujeres es altamente crítica, concluye la presidenta de la FEDAP, Rebeca Yanis Orobio.
Tenemos que hacer las evaluaciones que correspondan desde la FEDAP, es muy difícil hacer el censo para medir el nivel de afectación que tenemos hoy, sostuvo la directiva de FEDAP.
Datos
La segunda encuesta de hogares de 2020 de UNICEF determinó que la mayoría de encuestadas mujeres estaban sin trabajo, tenían suspensión laboral y eran madres y esposas.
En los hogares el 75% de los encuestados dijeron haber perdido sus ingresos a causa de la pandemia
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