PROTESTA SOCIAL O FABRICACION MEDIATICA

La indignación frente a casos en impunidad son el detonante que en estos momentos mantienen en vilo a muchos panameños. Las protestas se intensifican cada vez más en el país.

Los abusos sexuales contra menores que permanecen en albergues bajo el paraguas del Estado o el futuro que se juega con un sector de la sociedad para cambiar el rumbo de la Caja del Seguro Social (CSS) y los programas que son el destino de cientos de trabajadores, son algunos de los hechos más recientes de protestas.

Hay voces que se levantan en temas fundamentales que afectan a la sociedad panameña, como la seguridad social, falta de agua, bonos, alimentos, derechos humanos, desempleo, abusos, salud, corrupción, temas de género, entre otros.

En el 2021 también las protestas están en la agenda en nuestro país, como en muchos del mundo.

En estos casos el medio France24 las llama un “efecto dominó”. Las motivaciones son variadas.

Muy pocas son las huelgas, pero hay mecanismos de protestas diarios observados desde el punto de vista periodístico y que según el explicador Colombiacheck, no es más que “una manifestación, es mostrar que una parte significativa de la población está a favor o en contra de una determinada política, persona, ley”.

Las protestas producidas tienen un efecto en redes, mediáticamente y en articulaciones de grupos organizados.

De ello han emergido las llamadas “protestas con fabricación mediática”, aquellas que surgen de hechos y que dentro del contexto a un fin desconocido o político. Por otra parte, muchas expresiones reivindicativas quedan criminalizadas, debido a la estigmatización de sectores que naturalmente y con base han dedicado décadas a defender principios de derechos humanos genuinos de la población en movimientos sociales obreros, campesinos, magisteriales, profesionales, culturales, religiosos o de género, por ejemplo.

Juan Pablo Silva, un antropólogo, que en su tesis doctoral para la Universidad de Valladolid explica que ha estudiado el fenómeno denominado “Fabricación mediática de las protestas”, observa en un ensayo que “una de las primeras características que se destacan al analizar la fabricación mediática de la protesta social, es la parcialidad con la que se representan ciertos acontecimientos: existen ciertas luchas, reivindicaciones y malestares sociales que reciben un tratamiento benévolo y otros que se muestran de forma más implacable. Esta discriminación tiene que ver con el grado de incomodidad ideológica que genera cada una de las luchas sociales”.

¿Son reales los fines o simplemente hay agendas?

El docente universitario de periodismo Abdel Fuentes , también directivo del Sindicato de Periodistas de Panamá comentó que hay matrices de opinión, de temáticas, mensajes claves y una estrategia comunicacional que muchas veces están detrás de estas agendas.

“No es nuevo, no ocurre solamente en Panamá, ha ocurrido en los Estados Unidos con el tema de la discriminación racial y otros aspectos puntuales que son agendas en los Estados Unidos. La intencionalidad de una protesta pacífica orientada en el contexto del problema nunca deben ser demonizadas; el problema es cuando esas protestas están redirigidas con intenciones particulares”, explica Fuentes.

En referencia a la problemática y vulnerabilidad de los albergues y sus menores, Fuentes mantiene el cuestionamiento frente al sistema actual. “Hay que preguntarse, qué hacemos con un sistema que está carcomido, putrefacto, y ante un sistema putrefacto no solo en términos políticos sino también en términos jurídicos, de los poderes fácticos de las élites oligárquicas que están aquí. ¿Estas protestas van a generar un cambio, si el sistema está podrido? Los derechos fundamentales de nosotros como población no solo ocurre en Panamá, es un tema global, están siendo conculcados, violados por los países y por los gobiernos”, argumentó el periodista.

Explica que por ejemplo ha habido temas raciales en los Estados Unidos, y que son agendas en ese país o las libertades de movilización como sus resultados con el reciente fallo de la Corte de La Haya, que ha generado protestas y la devolución de esa movilidad en los países bajos.

Enfoca la temática en cómo confiar que estas protestas van a degenerar, cuando hay agendas particulares de quiénes tienen sus propios objetivos y los nombres de los verdaderos autores intelectuales más que materiales sin que los materiales sean inocentes, nunca van a salir porque presuntamente podríamos pensar que pueden haber redes cuando se trata de niños. Ya es sabido que hay redes mafiosas que no solo están haciendo dinero si no otras cosas.

Por otra parte, las luchas reivindicativas de la educación en Panamá, son históricas. Nuestros docentes han dado una cuota en aquellas protestas y extensas huelgas frente a diversos gobiernos.

El docente Luis Sánchez, de uno de los gremios más activos y beligerantes como es la Asociación de Educadores Veragüenses (AEVE), ha señalado frente al tema que han defendido siempre sus reivindicaciones laborales en las calles. “Nadie nos ha dado algo por iniciativa, ningún gobierno lo ha hecho”, recalca.

En sus casos están de frente en la lucha contra el diálogo de la Caja del Seguro Social (CSS), ha sostenido que defenderán sus derechos, como lo es evitar las medidas paramétricas que quieren implementar en la CSS. La lucha es evidente y será en las calles.

Precisa el educador que “son puntos en nuestra agenda de luchas que vamos a cumplir”. No solo están luchando por el tema de la seguridad social, también indica que tienen pendientes dos meses de deuda retroactiva producto del aumento y un compromiso que hizo el Ministerio de Educación después de la huelga del 2016. Como ha anunciado que no van a permitir cualquier modificación a la Ley Orgánica de Educación, ya que deben ser discutidos con los gremios.

Foto tomada de Aeve de gremios magisteriales

Frente a las dudas, del por qué no se cohesionan los grupos de protestas en temas puntuales, con la ausencia de líderes y una interacción en redes sociales que podría cualquiera creer que una multitud los apoyará frente a los números de seguidores en redes. Hemos podido constatar que las mismas no alcanzan la cuota deseada, pero mediáticamente son efectivas.

Se ha visto desde un manifestante protestar hasta quizás 3 a 5 mil en las calles. Pero muchas protestas no llenan la cuota de masividad que se puede esperar frente a la gravedad de temas que orbitan. Pero tampoco se perciben los discursos consecuentes frente a hechos para darle su debida continuidad por parte de nuevos grupos en las protestas.

Doctor Gastón Durmoi protesta solo frente a Avesa, Ministerio Público

Foto tomada de redes sociales

En este análisis, la diferencia entre las protestas que se llevan adelante según el dirigente y secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS), Saúl Méndez están planteadas en varios ejes que tienen que ver con temas de orden social y político. Menciona en lo socio-laboral, las reformas laborales tras la pandemia impuestas por decretos y leyes que perjudican los derechos laborales, el tema de la Caja del Seguro Social, la podredumbre, la corrupción que ha llevado a movilizaciones sociales, adicionalmente los temas de los derechos de la población son parte de los hechos defendidos por la organización obrera.

Al definir esa diferencia de una y otra protesta, Méndez indica que la brecha es marcada en el tema de las protestas. “Nosotros representamos un proyecto de transformación y de cambio, mientras que los otros representan un malestar social equis, en una disputa de poderes económicos, pero que no atenta contra el estatus quo del cual todos se benefician de él”, explica.

Los hechos apuntan al tema de medios y los intereses político-económicos. El dirigente sindical obrero comenta que el tema mediático se maneja en función de los intereses entre ellos, de carácter económico y de sus disputas, conforme esos intereses chocan, así mismo ellos enfocan. En el caso de los movimientos sociales como el nuestro, en estas actividades no hay difusión, adicionalmente hay estigmatización. Tratan de resaltar -medios- con cualquier tipo de manifestación de la concitada burguesía y algunas facción que está representada por figuras de recambio de la crisis, cualquiera que sea esta, le dan un protagonismo y le dan un realce mediático.

Foto tomada de Suntracs

“En verdad los dueños de los medios y la clase dominante está consciente de la podredumbre que ellos representan y ellos saben que permitirle a fuerzas como la nuestra, poder acumular el descontento pueden apuntar a la transformaciones que el país requiere. Mientras que quienes protestan de forma aislada por temas puntuales, esa protesta está circunscrita a los elementos que puntualmente ellos pueden manifestar en un momento determinado y no está atentando contra el sistema. Es perfectamente promovida y aceptada”, puntualiza Méndez.

Sus críticas van hacia el doble discurso de presentadores de noticieros y segmentos matutinos televisivos, que cuando se trata de protestas sociales ellos las atacan y cuando se tratan de grupos de la pequeña burguesía que son pocos los promueven.

Rekha Chandiramani, periodista independiente de investigación del portal Conlasmanosenladata.info, considera que en Panamá las protestas son una manifestación ciudadana que se ejercen muy poco. Si hubiese más protestas de muchos más temas, los funcionarios se darían cuenta que en realidad no estamos contentos con los problemas sistemáticos que nos afectan y nos están afectando desde años.

Todos somos seres políticos como seres cívicos. Hay que incentivar la participación política de las personas para que conozcan sus derechos, para que aprendan a exigirlos y para que esto pueda cambiar, sostiene Chandiramani.

El portal Conlasmanosenladata.com ha puesto en la palestra las actuaciones frente a las protestas, el poder político, de orden público, policial, hechos de corrupción a través de sus investigaciones periodísticas.

En el tema de las protestas, para el periodista Abdel Fuentes hay gente construyendo matrices, y la ignorancia de la población, el lavado de cerebro y la manipulación mediática es muy efectiva de grupos que están detrás, que tienen financiamiento, con una guerra que nadie entiende y en el medio está la partidocracia ante la luz pública, que se hacen ver como contrincantes, pero al final todos tienen negocios, están emparentados.

La visión de las protestas ha dejado interrogantes de un sistema colapsado a nivel investigativo, judicial, social, en las políticas públicas, las garantías de los derechos humanos, las debilidades frente a los poderes políticos y económicos del país, donde el principal cuestionado es el gobierno y los actores políticos de turno.

Fotos de protestas durante la semana. Cortesía 24/7

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la relatoría de libertad de expresión frente a las protestas ha descrito los roles que deben ejercer tanto las defensorías del pueblo, ombudsman, defensorías penales, oficinas de defensa de derechos indígenas, campesinos, y demás dependencias estatales especializadas en la promoción y defensa de derechos, las cuales también cumplen un lugar importante en la protección de los manifestantes, en la construcción de canales de diálogo y en el monitoreo y supervisión del accionar de otros funcionarios públicos.

Las organizaciones deben además tener sus propias iniciativas, como pueden constituirse como parte civil o coadyuvante en el proceso penal, sea el caso, pueden presentar pruebas, proponer líneas de investigación, rebatir teorías y, en general y dependiendo de cada sistema legal, tener una activa intervención para que se logre juzgar y sancionar a los responsables de las violaciones de derechos humanos. ¿Esto se ha logrado en Panamá con la protesta social? Por el momento seguiremos viendo a grupos antagónicos disputarse la notoriedad en las protestas, mientras otros de forma cohesionada seguirán luchando por los problemas sociales y reivindicaciones propias de la sociedad.

* Foto principal tomada de Freepik.

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