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RELATO DE LAS VICISITUDES DE MARINOS PANAMEÑOS, SIN SUELDOS Y DEUDAS



El 4 de octubre luego de una contratación entre la empresa colombiana Líneas GH, siete panameños y un extranjero residente en Panamá subieron a bordo del tanquero Nissi Commander I, los contratos fueron firmados en nuestro país, con ello la ilusión de mejores días para estos marineros.


Fue en el Home Port de Cristóbal donde salieron rumbo al mar para entregar combustible en República Dominicana y Venezuela. Solo cobraron el primer mes de embarque o de trabajo.


Las cosas cambiaron literalmente cuando el segundo pago no se hizo efectivo, pasaron los días y en diciembre en una carta por parte de la tripulación del barco de bandera de Mongolia, los tripulantes pidieron al dueño que se les pagara su trabajo y que necesitaban bajar de la embarcación.


Han pasado cinco meses de una zozobra en alta mar contaron cuatro de sus tripulantes de forma exclusiva: el Primer Oficial Jorge Jones Garibaldi, el timonel del barco, Edgar Bermúdez; el ingeniero de máquinas, Joel Isaac Flaville y el marino de máquina Luis Bernal.


“Psicológicamente no estamos bien, no se nos paga, pero no vamos a dejar que estemos cabizbajos y seguimos positivos”, contó Bernal.

El Nissi Commander I, está anclado frente al puerto costero de Santa Marta, Colombia. Su dueño es la empresa Líneas GH, el manager general de la línea es Gilberto Hincapié, residente en Barranquilla, Colombia, quien a los días de haber llegado a Santa Marta, el día 4 de enero el propio Hincapié - a quienes los marinos llaman el “dueño”-, dijo que en cinco días resolvería todo. “Mañana, mañana”, y es el 7 de febrero y ya mantienen cinco meses a bordo del tanquero sin recibir ningún tipo de remuneración.


Los momentos más difíciles los vivieron entre el 12 de diciembre al 4 de enero cuando la embarcación a 60 millas de República Dominicana quedó incomunicada. Solo podían emitir mensajes vía correo, pero ellos no recibían respuesta.


Posteriormente del 15 al 20 de enero tuvieron un apagón en el barco y las autoridades marítimas de Colombia identificadas como DIMAR, arrestaron la embarcación. Los 12 tripulantes están abandonados prácticamente por el dueño con papeles vencidos, sin un seguro que les respalde para poder tener mejor calidad de vida dentro de la embarcación y puedan suplirse de combustible.


Ayer una barcaza intentó entregar combustible pero fue infructuoso. Los papeles y el seguro del barco que no tenían al día les impidió por motivos de seguridad que se pudiese lograr tener el diésel, que les ayudaría a tener luz permanente.


PENURIAS


Las penurias son muchas, prácticamente han señalado condiciones “inhumanas”.


Edgar Bermúdez oriundo de Colón explicó, que es la primera vez que sale a nivel internacional, fue contratado en Colón y al sol de hoy Gilberto Hincapié, el manager de la empresa, los ha abandonado. “No responde” indica el timonel del Nissi.


La rutina diaria indica Bermúdez es el encendido de la pequeña planta eléctrica, en una hora desde las 9:00 a.m. deben bañarse, hacer en esa hora todos los días sus necesidades fisiológicas, limpiar y recoger agua para el aseo y cuya reserva solo funciona con la electricidad del generador.


De 12:00 mediodía a 2:00 de la tarde llevan la comida, muchas veces en buenas condiciones, otras revuelta. La cena es pollo solo. Tienen que comérsela como vienen, otros días han estado sin poder comer.


Un video del día de ayer, muestra las condiciones en que fue llevada la sopa a la embarcación, los envases de foam llegaron sin el líquido, el cual estaba regado en un cartucho plástico. De esa forma tienen que comer y esperar a la noche para alimentarse de lo que le han entregado. Solo entregan dos botellas de agua por día.


Video cortesía de tripulación del Nissi Commander I


La Autoridad Marítima de Panamá en un comunicado emitido indicó que el Armador del barco, -la empresa- les informó que “actualmente ellos en el buque cuentan con alimentos y agua, la Dimar Colombia y el Estado Rector del Puerto están anuentes de la situación”.


El estado deplorable en que llegan los alimentos dice lo contrario.


La planta eléctrica con la que cuentan se la entregaron debido a la presión que ejercieron las autoridades colombianas a la empresa, toda vez que la embarcación no puede quedarse sin luz.


Bermúdez cataloga la situación como si actualmente estuvieran “presos”.



DEUDAS E INTERESES BANCARIOS


“Me siento limitado con mi hija, con mi aporte pueden vivir algo mejor”, sostiene en medio mar colombiano Edgar.

Aquí todos somos cabeza de familia, recuerda el timonel del barco Edgar, quien no dudó en que otro de sus compañeros contara la situación de su esposa extranjera y sus hijas en el hogar. Se trata del ingeniero de máquinas Joel Isaac Flaville, graduado en Brasil, con experiencia en la materia, pero quien por primera vez vive una odisea en el mar, dese el 2006 cuando se graduó.


Joel pensó en que era una gran oportunidad, dejó su trabajo estable a nivel interno y decidió probar suerte en el Nissi Comander I por un año, le pagarían el triple de su salario. Eso nunca llegó.


Joel reside en La Chorrera, su esposa es brasileña y tienen dos hijas en edad escolar, de 17 y 10 años. Sus amigos le han dado apoyo, debe la casa, carro, luz, agua y los bancos han tocado su puerta. “No tengo como brindar asistencia a mi familia”, destacó el ingeniero del equipo de marinos.


Su esposa al no poder trabajar en Panamá ha tenido que vender desde duro, hielo, entre otras cosas. Ha sacado adelante a sus hijas de esta forma. Mientras su esposo se le imposibilita cobrar y poder bajar a tierra firme para ser repatriado.


El primer oficial del barco Jorge Jones Garibaldi, dijo que ayer no se pudo abastecer la barcaza de combustible y el armador no pudo pagar la documentación y por ello no recibieron el diésel.


También ha sostenido que “no vamos a mover el barco”. Algo muy distante de lo que comunicó la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) a través de la Dirección General de la Gente de Mar (DGGM), que ha estado gestionando diversas acciones.


Aunque reconocen el apoyo significativo de la AMP, DGGM, la Asociación Panameña de Oficiales de Marina, como de las autoridades diplomáticas panameñas en Barranquilla, aseguran que la única condición es que le paguen sus dineros adeudados y puedan salir hacia Panamá, pero no en el barco.


En el comunicado de la DGGM, aseguraron que el zarpe sería entre el 6 o el domingo 7 de febrero, una vez llegara el combustible y con respecto a los salarios se haría un arreglo de pago, para que en dos días pagaran los meses atrasados. La DGGM se mantiene al pendiente de los tripulantes nacionales, vía celular, hasta que la situación llegue a buen fin y los tripulantes panameños regresen a suelo patrio.


Esto no se registró. Hoy la tripulación hizo llegar un comunicado a la embajadora de Panamá en Colombia, Liliana Fernández; a Michelle Barría Ruiz del consulado de Panamá de marina mercante en Barranquilla y a la encargada de gente de mar, Ana Lora , donde informaron la real situación a bordo del buque Nissi Commander I, indicando que hay escasez de comida, han tenido que racionar la comida, beber agua vencida, comer alimentos dejados por la tripulación anterior vencidos o por vencer, no tienen como cocinar a bordo, en una hora deben hacer sus necesidades fisiológicas.



Cancillería emitió su preocupación frente a situación de marinos


Las autoridades panameñas han asegurado que se están realizando las gestiones necesarias, a través de las vías diplomáticas, para apoyarlos hasta donde las leyes y convenios internacionales lo permitan.

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